“Detrás del ruido del oro
Van
los maulas como hacienda;
No hay flojo
que no se venda
Por una sucia moneda;
Más,
siempre en mi tierra queda
Gauchaje
que la defienda”.
Atahualpa Yupanqui
“Si tomamos como punto de partida que la
liberación
No se consigue derrotando al grupo gobernante sino
terminando con la dominación imperialista (…)
Se perfila,
con bastante nitidez,
El carácter de
la lucha en que estamos empeñados”
John William Cooke
Una nueva etapa se abre en América Latina. Los ojos imperiales vuelven
a posicionarse con fuerza sobre nuestro territorio, después de largos años de
guerra en el Medio Oriente. Son tiempos de alerta donde la organización popular
debe encontrarse articulada y cohesionada. La suerte de los pueblos se juega en
ello.
Lejos de haber vivido tiempos de calma, tuvimos en este siglo tristes
episodios de golpismo imperial-oligárquico contra gobiernos populares que
emergieron al calor de las crisis neoliberales de finales del siglo XX. Entre
los casos más notorios, encontramos el golpe fallido y secuestro del comandante
Chávez en Venezuela en el año 2002, el golpe frustrado al presidente Evo
Morales en Bolivia, que culminó con la Masacre de Pando en el año 2008, el
derrocamiento del presidente de Honduras Santos Zelaya en el año 2009 y la
destitución del presidente Lugo en Paraguay en el año 2012. Sin olvidarnos de
la embestida patronal agro-mediática del año 2008 contra la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner, y la rebelión policial en Ecuador que casi se cobra la
vida del presidente Rafael Correa en el año 2010, solo por dar ejemplos. La
novedad de la época, es que tras años de desgaste de la gestión gubernamental
nacional y popular, la derecha local, vinculada al agro, las corporaciones
multinacionales y mediáticas y a la banca financiera internacional logra
conseguir victorias electorales en comicios limpios. En Argentina, la alianza
Cambiemos, liderada por el dirigente neoliberal Mauricio Macri, acaba de
conseguir la presidencia de la República y la gobernación de la provincia con
más peso electoral, otrora bastión hegemónico del peronismo.
En Venezuela, la coalición MUD, opositora al gobierno de Nicolás
Maduro logró imponerse en las elecciones legislativas del pasado domingo 6 de
diciembre. Y en Brasil, la oposición amenaza con llevar a juicio político a la
presidenta Dilma Rousseff.
Ni lerdos, ni perezosos la derecha neoconservadora busca romper de
inmediato el eje de integración regional Venezuela-Brasil-Argentina con el
objetivo de girar la región hacia la alianza del Pacífico conformada por Chile,
Colombia, Perú y México y que digita el
imperialismo norteamericano. Apurado y todavía sin haber asumido la
presidencia, Mauricio Macri espetó la posibilidad de aplicar la cláusula
democrática contra Venezuela dentro del Mercosur, para pronto moderar su
discurso, pero no sus intenciones.
El gabinete de alianza Cambiemos es un gesto fuerte de alineamiento
“carnal” con las corporaciones multinacionales y la banca financiera. Incierto
es el destino de la industria y del sector trabajador de la sociedad, que verá
menguado su salario tras el cimbronazo devaluatorio y el recorte de subsidios a
los servicios gritados a viva voz por lo gerentes o “CEO’s” devenidos en
funcionarios públicos.
Pasemos lista al gabinete:
Alfonso Prat-Gay (Ministro de Hacienda y Finanzas): Realiza su carrera
profesional como niño mimado del banco de Londres JP Morgan Chase. Luego será
el niño mimado de Cavallo, quién lo inicia como político y lobista de sus
nefastas políticas económicas. En el año 2002 y hasta el año 2004 se desempeñó
como presidente del Banco Central en el marco de negociaciones con el Fondo
Monetario Internacional.
Juan José Aranguren (Ministro de Energía y Minería): ex CEO de Shell.
Declaró a los medios de comunicación que la soberanía energética no era
“relevante” y llamó “esquizofrénica” a la política de subsidios a los servicios
energéticos.
Gustavo Lopetegui (Asesor de la jefatura de gabinete): Ex CEO de LAN.
Los intereses de la empresa LAN han desatado un fuerte lobby contra nuestra
Aerolínea de bandera. Ahora su CEO asesora en materia política.
Mario Quintana (Asesor de la Jefatura de Gabinete): Fundador del fondo
Pegasus, dueño del directorio de Farmacity, Freddo y Musimundo.
Susana Malcorra (Canciller): Ex Ceo de IBM y Telecom. Llamó a
“desideologizar” las relaciones exteriores de la región. También mencionó que
el “ALCA no es mala palabra”.
Federico Sturzenegger (Presidente del Banco Central): ex Secretario de
Política Económica de Ministro Domingo Cavallo, fue vinculado con la estafa
financiera más grande que vivió nuestro país: el Blindaje y el Megacanje. Fue
un activo militante a favor del pago a los fondos buitre y hasta llegó a
manifestarse a favor de la privatización del Banco Nación.
Carlos Melconian (Presidente del Banco Nación): De prontuario extenso,
este siniestro personaje se desempeñó como jefe de Departamento de Deuda
Externa en el Banco Central en 1986 donde anuló las investigaciones sobre
endeudamiento privado contraído en el exterior que absorbió el Estado. Fue
además presidente del Banco Central, asesor económico del gobierno de Menem y
asesor del Banco Mundial.
Ricardo Buryaile (Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca):
Acaudalado terrateniente formoseño, dirigente de las Confederaciones Rurales
Argentinas (CRA) fue una de las caras del conflicto de las cámaras patronales durante
el año 2008. No se sonrojó cuando dijo por esos años, que el congreso debería
ser cerrado. Fue acusado por campesinos formoseños de explotar y reducir a la
esclavitud a peones paraguayos.
Francisco Cabrera (Ministro de Producción): Ingeniero en electricidad
y electrónica, hizo carrera en el mundo del marketing en la empresa Hewllet
Packard, fundó la AFJP Máxima y formó parte del grupo Roberts, HSBC y Buenos
Aires Seguros. Por si fuera poco, fue director ejecutivo en el diario La
Nación.
Isela Constantini (Presidenta de Aerolíneas Argentinas): Ex Ceo de
Chevrolet, con licencia en General
Motors. El Secretario General de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas
Argentinas, Pablo Biró denunció el plan de Cambiemos para la empresa, que tiene
como objetivo reducir la planta de trabajadores en 1500 puestos.
Luis Caputo (Secretaría de Finanzas): Fue miembro del Deutsche Bank y
hoy llevará adelante las “negociaciones” con los fondos buitre. Más que
decisiones producto de una negociación soberana, todo indica que fue puesto
para instrumentar órdenes impartidas por este pequeño grupo tan poderoso como
delictivo.
La lista sigue en la fila de
funcionarios nacionales y provinciales, que conforman una peligrosa yunta de gerentes de
empresa disfrazados de “gestores eficientes” (uff ¡que cuento viejo!),
dirigentes conservadores y figuras
vinculadas al pasado trágico de nuestro país como Patricia Bullrich (hoy
Ministra de Seguridad), la tristemente célebre ministra
de Trabajo y Seguridad Social del gobierno de la Alianza, que recortó el 13% a
las jubilaciones y a los salarios estatales o Eugenio Burzaco (hoy Secretario
de Seguridad) quién asesoraba a la policía brava del gobernador neuquino Jorge
Sobisch cuando ocurrió el asesinato del maestro Carlos Fuentealba y tiempo
después, al frente de la Policía Metropolitana llevó adelante la represión en
el Parque Indoamericano que terminó con la vida de 3 personas, solo por
mencionar algunos.
Lejos de quedar impávidos ante este avance cuasi obsceno de la derecha
que regala globos y caritas contentas, canta y baila, el Movimiento Nacional
está llamado a desandar errores en pos de la unidad y la vuelta a una identidad
y a un programa común que nos reconcilie con el mandato histórico que la hora
nos encomienda cumplir: DEFENDER LA PATRIA DE LA RESTAURACIÓN CONSERVADORA.
Los sindicatos, los movimientos sociales, los partidos con programas
populares, los frentes universitarios, y todas las organizaciones que conforman
el campo popular están obligadas a converger en un espacio de entendimiento
mutuo para defender las conquistas logradas. Ya lo dijo ese gran pensador que
era Hernández Arregui: “El dilema es de
hierro: o Nación o Factoría”. La dirigencia que hoy se hizo con el país
plantea ser la factoría mansa de intereses corporativos. Este pueblo, argentino
y latinoamericano, que mucho sabe de resistencia hará oír su voz ante tamaña
impertinencia. No le fallaremos a
nuestra historia.
Dionela
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