Entrevista a Juan Godoy: "La Década Ganada"
“VUELVE A SER POSIBLE ENCARAR UN PROYECTO DE LIBERACION NACIONAL”
Elías Quinteros: En la elección presidencial del año 2003, en las
postrimerías del mandato de Eduardo Duhalde, veinte millones de
argentinos repartieron sus votos entre Carlos Menem (Frente por la
Lealtad - Unión del Centro Democrático), Néstor Kirchner (Frente para la
Victoria), Ricardo López Murphy (Movimiento Federal para Recrear el
Crecimiento), Adolfo Rodríguez Saá (Movimiento Popular Unión y
Libertad), Elisa Carrió (Afirmación para una República Igualitaria), y
Leopoldo Moreau (Unión Cívica Radical). ¿Qué pensabas de Néstor Kirchner
antes del acto eleccionario?
Néstor Kirchner era prácticamente un desconocido. Pero recuerdo por esa
época, en una charla, conferencia o algo así en que exponía el
historiador Norberto Galasso acerca del peronismo, si mal no recuerdo de
una agrupación “Envar El Kadri”, un compañero comenta con seguridad que
Kirchner había ido al velatorio de “El Cacho” allá por el año 1998.
Pensaba entonces cómo un Gobernador de una Provincia sureña tenía el
gesto, en medio del pregonado “fin de las ideologías”, de ir a despedir
al gran mítico militante del peronismo revolucionario. De ahí uno abre
los ojos, presta más atención. Siempre me había quedado la duda si esto
era así, o era fruto de un recuerdo distorsionado, no digo mal
intencionado, sino una equivocación del compañero, igual preferí
entonces creer. Varios años más tarde, con el fallecimiento de Néstor
escucho por radio a “Estercita” El Kadri, que cuenta muy emocionada la
misma anécdota que el compañero varios años atrás.
Tras asumir como presidente, Néstor Kirchner tuvo que enfrentar una
serie de situaciones graves que requerían soluciones urgentes, en un
contexto nacional e internacional que no favorecía la gestión
gubernamental. ¿Qué hechos constituyeron sus logros más importantes?
Difícil o más bien reiterativo sería enumerar todos los importantes
logros de esos años, pero si pensamos en la gestión de Néstor por la
cual me preguntás, rescataría dos o tres que sintetizan el cambio de
época, una el enfrentamiento al imperialismo yanqui en el 2005, contra
la arremetida neocolonial del ALCA, para lo cual fue necesario
“desempolvar” el proyecto de la Gran Patria Grande, que sería otro hecho
de suma relevancia. El pago de la deuda al FMI es otro hito importante,
de modo de adquirir soberanía económica que permite el repunte
económico ya no desde las pautas del FMI y el BM. Pensando en el orden
interno, la renovación de la Corte del menemato, terminar con las
vergonzosas leyes de la impunidad y el comienzo de los juicios a los
genocidas de la última dictadura cívico-militar. En términos generales
también podríamos pensar en la concepción que sea el trabajo el
ordenador de la vida social, y la intervención estatal central, pero no
ya como en los noventa para la “timba financiera”, sino para la defensa
de los sectores más desposeídos, olvidados, dejados de lado por el
neoliberalismo.
En el año 2007, Néstor Kirchner no buscó la reelección presidencial.
Por ese motivo, Cristina Fernández fue designada como candidata del
Frente para la Victoria. Y, posteriormente, fue elegida como Presidenta
de la Nación. ¿Qué pensaste en ese momento respecto de dicha cuestión?
Fue una decisión estratégica bien interesante, de modo de poder
garantizar la continuidad del proyecto de Nación a través de los años.
Dado que es un problema para los proyectos nacionales el tema de la
continuidad, pues en periodos cortos de gobierno se hace difícil el
avance hacia la liberación nacional ante los sectores
oligárquico-imperiales que se oponen a ésta. Tema que ya había sido
abordado por nuestros libertadores, basta el ejemplo del Rey Inca de
Belgrano apoyado por San Martín, o la presidencia vitalicia de Simón
Bolívar. Nos podemos preguntar ¿en qué estaban pensando éstos cuando
esbozaban estas ideas?. El gran bolivariano Rufino Blanco Fombona suma
una cuestión que es que cuando las oligarquías quisieron quedarse en el
poder todos los años que quisieron (y pudieron), con dictaduras,
asesinatos, etc. De ahí que la alternancia parecía ser en ese entonces
una alternativa interesante para la continuidad del proyecto
nacional-popular-latinoamericano.
En el año 2008, la pretensión gubernamental de aplicar un sistema de
retenciones móviles a las exportaciones de trigo, maíz, soja y girasol,
mediante la implementación de la Resolución Nº 125 del Ministerio de
Economía, generó un conflicto con las cuatro organizaciones de
productores agrícolas y ganaderos que integraron la Mesa de Enlace
(Sociedad Rural, Federación Agraria, Confederaciones Rurales Argentinas y
Confederación Intercooperativa Agropecuaria). Tal conflicto duró más de
cien días y comprendió paros patronales, piquetes rurales en las rutas y
en los puentes, manifestaciones callejeras en las ciudades,
cacerolazos, desabastecimiento de alimentos, aumento de precios,
despidos de trabajadores, incendios de pastizales y hechos de violencia
en general. ¿Qué sentiste durante su desarrollo?
En ese momento el sentimiento era de estarle disputando a la oligarquía
Argentina qué hacer con la Renta Agraria Diferencial, cuestión clave
para nuestro desarrollo. Esa Renta Agraria Diferencial, riqueza de todos
los argentinos, que durante el modelo oligárquico-agroexportador se la
apropiaron un conjunto pequeño de familias, y en lugar de invertirla en
el desarrollo la dilapidaron en viajes, palacios a imagen y semejanza de
los europeos, etc., y que durante el peronismo se utilizó, con su
apropiación mediante la nacionalización del comercio exterior, para
impulsar el desarrollo industrial y en beneficio de las mayorías
populares. Al mismo tiempo que un sentimiento de la necesidad de
movilización popular (que efectivamente se dio) para enfrentar el “clima
destituyente” según bien lo definió Carta Abierta en esos días. La
movilización necesaria para enfrentar a estos sectores poderosos. Salir a
la calle a defender al gobierno popular en esos días, encontrarse con
compañeros, reconocerse juntos allí, fue algo muy positivo. Ahora bien,
se ha dicho que este conflicto con las patronales agropecuarias llevó a
un re-impulso y profundización del kirchnerismo, que la derrota en el
Senado, y luego en las elecciones de medio término, fueron entonces
convertidas en cierto sentido en una victoria. Podemos concordar con
esta visión, pero al mismo tiempo se genera la pregunta de cómo el
gobierno o los sucesivos gobiernos van a atreverse a avanzar sobre la
Renta Agraria Diferencial, condición absolutamente necesaria para el
desarrollo nacional. Lo oligarquía marcó la pauta que con ciertas
cuestiones va a ser muy arduo avanzar, pero nosotros sabemos que es
estrictamente necesario para hacerlo.
Al igual que Néstor Kirchner, Cristina Fernández no tuvo una vida
tranquila durante el desarrollo de su primera presidencia
(enfrentamiento con las organizaciones de productores agrícolas y
ganaderos, con el grupo de empresas Clarín, con los Partidos políticos
de la oposición, etc.). ¿Qué aspectos fueron los más relevantes?
El primer periodo de Cristina tuvo avances muy importantes, permitidos
por la “salida del infierno” que logró Kirchner, así pudo avanzar con
aspectos centrales. Entre éstos, hay que poner de relevancia la
re-estatización de Aerolíneas Argentinas, la fundamental de las AFJP (en
línea con la re-estatización del Correo Argentino y de la ex Aguas
Argentinas, hoy AySA durante la gestión de Néstor). La ley de Servicios
de Comunicación Audiovisual (que todavía no podemos aplicar en su
plenitud), la Asignación Universal por Hijo (AUH), el Conectar Igualdad,
y la creación de nuevas Universidades nacionales, y la constitución de
la UNASUR. Nombré varios, pero difícil es la tarea de dejar afuera
alguno de éstos. No obstante algunos dejamos de lado para resaltar los
más relevantes. Este periodo de Cristina se caracteriza por volver a
sentar las bases de la Nación, sobre las cuáles asentarnos en el proceso
de liberación nacional.
Aunque todavía no llegamos a la mitad de su segundo mandato… ¿Qué cuestiones ya aparecen como las más notorias?
En este segundo mandato de CFK, se arrancó con medidas muy importantes,
desde el “nuevo estatuto del peón”, la reforma de la Carta Orgánica del
Banco Central, la re-estatización de YPF, el PROCREAR, las medidas sobre
el sector financiero, la puja con los “fondos buitres”, hasta la más
reciente Ley de democratización de la justicia. Lo central considero es
que, sobre el final del primer periodo, y sobre todo en éste, Cristina
está avanzando con medidas socio-económicas estructurales para dejar
atrás la dura herencia del neoliberalismo. Hay que destacar que todo
esto (y parte del primero) se hace en el contexto de la peor crisis
mundial capitalista. Hoy es esa la “batalla” que se está librando, es si
podemos “torcerle el brazo” al neoliberalismo y acerca de quién lleva
adelante los destinos de la Patria, el Pueblo o las Corporaciones.
Ultimamente, más de una persona considera que algunos asuntos que
inciden en la región, en el país o en la fuerza gobernante, no son
atendidos de la forma adecuada. Y, por ende, demandan la profundización
de algunos aspectos de la gestión y la corrección de otros. ¿Cuáles
tienen que ser profundizados? ¿Y cuáles tienen que ser corregidos?
Incómodo papel le toca a uno estando aquí sentado, de señalar estos
aspectos, estimando pero sin saber certeramente las dificultades. Pero
dada la pregunta, avancemos. Hay que seguir el rumbo de avanzar en el
control de los “resortes” básicos de la economía. Avanzar en la política
de transporte, últimamente se han dado algunas señales en ese rumbo,
avanzar sobre la Renta Financiera sin dudas, sobre el sector minero, en
una reforma impositiva (deuda pendiente de los años de Kirchner) sin
dudas también volver sobre la Renta Agraria Diferencial. Avanzar
también, aún más, en la diversificación de modo de poder disminuir en lo
posible la “sojización”. Para estas tareas tan complejas, en tanto
todas llevan a enfrentar a los que se piensan “dueños de la Argentina”,
hay que fortalecer el Frente Nacional, con los trabajadores, las
juventudes, las organizaciones sociales, etc.
A veces, unas palabras tienen la capacidad necesaria para definir a
una persona. ¿Qué palabras pueden retratar a Néstor Kirchner? ¿Y qué
palabras pueden retratar a Cristina Fernández?
Néstor fue desafiante, provocador de los intereses concentrados de
nuestra Patria. A veces con un estilo descontracturado, desenfadado que
le valió una cercanía con el Pueblo laburante y con la juventud. Néstor
se enfrentaba a los poderosos como los sectores populares cuando toman
la historia en sus manos lo hacen, “llevándoselos puestos”, sin “pedir
permiso” ni con “buenos modales”. Cristina es mucho más correcta en las
formas podríamos decir, pero tiene el objetivo bien claro de país que
quiere, y avanza en forma constante hacia ese, a pesar de los
obstáculos. La claridad y coherencia se hace evidente cuando uno sigue
los discursos desde su primer mandato, lo central del mismo siempre
está, perdura.
Uno de los rasgos distintivos del período kirchnerista consiste en
el carácter, la cantidad, la magnitud y la importancia de los
acontecimientos que están asociados al mismo. ¿Qué hecho de este período
impactó profundamente tu vida? ¿Por qué?
Como hecho positivo, la recuperación de la Patria en sus aspectos
fundamentales, demostrando que hoy vuelve a ser posible encarar un
proyecto de liberación nacional. Puede parecer general pero es esa la
sensación. Como hecho negativo, sin dudas la muerte de Néstor. Había
sido desde 2003 apoyarlo, pelear por él, estar día a día pendiente, y un
día no está más. A pesar del paso del tiempo, es extraño, pero se lo
extraña mucho al “flaco”.
Una gestión gubernamental puede afectar la existencia de una
persona, en uno o en varios aspectos, positiva o negativamente. ¿Qué
cambió en la tuya a partir de la asunción presidencial de Néstor
Kirchner?
Pienso que lo que cambió, se recuperó más bien, es la Patria para todos y
todas. A partir de allí las historias personales se entrelazan con la
historia del país. En estos diez años, mirando hacia atrás es mucho lo
que se avanzó, pero al mismo tiempo, cuando uno mira lo que falta para
lograr una Patria libre, justa y soberana, que es mucho, se da cuenta de
dos cosas: una, el profundo daño que le hicieron al país los gobiernos
posteriores al ’55 (quitando el interregno Cámpora-Perón); y segundo, el
enorme esfuerzo y la unidad del campo popular que vamos a necesitar
para avanzar en todo lo que falta. Está en nosotros como Pueblo
garantizar la continuidad de lo logrado hasta aquí, y profundizar el
rumbo.
/2013
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