Apuntes
sobre Malvinas, un eslabón de la cadena colonial *
Pretendemos abordar la cuestión Malvinas desde una perspectiva
más amplia que la cuestión de la guerra acaecida hace 30 años, y también más
allá de la ocupación producida en 1833. Buscaremos ubicar el problema en el
contexto de la opresión de una potencia
colonial sobre una nación balcanizada. Desprendiéndose de lo cual
estableceremos la noción de que la defensa
nacional contra el imperialismo debe darse en todos los planos: político, económico, cultural, pedagógico, etc.
Luego de la Revolución de Mayo, la
relación entre nuestro país y Gran Bretaña comienza a delinearse como semi-colonia. Ésta se profundizará con
la aparición del imperialismo sobre fines del siglo XIX, aquí el avance imperialista británico resulta
incontenible y con esto, el desarrollo de las fuerzas productivas y la creación
de un capitalismo que aspira a la monopolización
de las relaciones comerciales. En
el nuevo escenario será necesario la creación
de una ciencia que de cuente de los fenómenos emergentes, a saber, la geopolítica. El representante será Sir
Mackinder,[i]
para quién la historia es un constante conflicto entre lo que denomina la Gran Isla, (extensa masa terrestre
compuesta de Asia, Europa, Norte de África) y el resto del mundo de accesible
navegación.
Así, Gran Bretaña ha tenido diversas injerencias en nuestro país,
desde antes que se desenvolviera como tal. En 1806-1807 se produce la invasión inglesa (pues es una y no dos) en
estas tierras. Esta no fue una simple aventura de piratas, sino que se relaciona
con la pérdida por parte de Gran Bretaña de las colonias del Norte. Era un
intento colonialista, de imponer el libre comercio y de rapiña[ii].
Gran
Bretaña iba a cumplir un doble papel en los procesos independentistas, por un lado va a
darle apoyo para buscar instaurar el librecomercio; y por el otro, y en
relación a ello, va a influir en el proceso de balcanización, pues así podrá dominar a los “nuevos territorios”
liberados, estableciendo economías exportadoras. La desintegración de las
fronteras nacionales producto de la desunión política que apunta como
estrategia capitalista a nivel global a una desintegración económica. De la
Gran Nación Latinoamericana soñada por los libertadores, quedarán 20 países
disgregados[iii].
Vale resaltar que el mecanismo de la
deuda ha sido utilizado como instrumento de saqueo y de sumisión
semi-colonial[iv]. Con la
creación del estado tapón uruguayo, a
través de una de las acciones políticas preferidas del imperio, que apunta al
equilibrio de poderes regionales, propio del mecanismo de poleas y contrapeso
que utiliza la corona para brindar el apoyo a un país u otro de forma aleatoria
y de acuerdo a sus beneficios.
Después que el gobierno de las
Provincias Unidas heredara en legítimo derecho las Islas, y en 1820 a bordo de La Heroína David Jewett, cumpliendo
órdenes de Sarratea izara la bandera argentina[v],
de que se fijara en 1829 la Comandancia Política y Militar, estableciendo así
una colonia argentina en las Islas,
los ingleses el 2 de enero de 1833 ocupan
las Islas, bajan el pabellón nacional y levantan el del ocupante. Lo
novedoso aquí es la aplicación de la otra modalidad de expansión propia de la Pax británica, la ocupación militar directa. Se necesita afianzar aun más la visión
estratégica imperial en el Atlántico sur, ya que al oeste a través de la isla
Santa Helena estaba asegurada. Malvinas pasa a tener una relevancia geopolítica
considerable, forma parte del camino que
desemboca en el único paso interoceánico continental hasta la construcción del
canal de Panamá en 1914.
En 1845, se produce otra injerencia armada por parte de la
potencia británica (conjuntamente con la francesa y los aliados internos) con
el propósito de abrir la navegación de los ríos, y de segregar la Mesopotamia
(nuevo estado tapón)[vi]. Rosas rompe
relaciones con ambos países, suspende el pago del empréstito. Se dan las batallas de Obligado y Quebracho, donde
los criollos resisten tozudamente la intervención, llevándola, a pesar de la
derrota militar al fracaso en sus objetivos y como expedición comercial. Luego
de los tratados Arana-Southern (1849) y Arana-Lepredour (1850), se establecerá
la exclusiva navegación nacional de sus ríos, y el desagravio del pabellón
nacional[vii].
Llegamos al año 1982, donde la Junta
Militar ilegítima, educada en la Doctrina de Seguridad Nacional (defensa fronteras
adentro), que mantenía una feroz represión interna, y una economía
semi-colonial, ligada a las potencias imperiales, iba a producir un hecho
legítimo de fijación de la soberanía sobre el territorio nacional de las Islas
en cuestión. La Junta podría haber abordado la cuestión de la soberanía de manera integral, actuando en todos
los planos donde dicha soberanía
se encuentra sometida al flagelo colonial,
en paralelo a Malvinas. En relación a éstas podría por ejemplo haber embargado
las empresas británicas, roto toda relación con la potencia, prohibir las
remesas y giros de dinero a dicho país,[viii]
no lo hizo, no era parte de los objetivos que la llevaron al poder, se
encontraba ligada a las potencias imperiales y no a las causas nacionales.
El caso Malvinas es el ejemplo
continental de la coexistencia de una
doble dominación, la colonial, la ocupación directa a través
de las armas, y la violación de la integridad territorial de los estados. La
ocupación además de obedecer a cuestiones geopolíticas, se explica también por
la explotación de recursos naturales
–agua, minerales, metales, fauna, flora- muchos de los cuales elementales en
cualquier proceso de industrialización, es decir, la superación del estadio de
mera granja metropolitana. Por lo tanto
la ocupación militar, también apunta
a reforzar la dominación semicolonial, ya que a través del desmembramiento de la
integridad territorial le imposibilita a la Argentina la explotación de dichos recursos
naturales.
Así, considerando a Malvinas como un eslabón en la cadena colonial, argumentamos que la
defensa de la soberanía nacional debe
darse en todos los planos, a lo largo
y ancho del territorio nacional y
latinoamericano contra toda potencia extranjera que nos aparte del camino de
la liberación nacional. Malvinas es
una causa de la Patria Grande, y como
tal irrenunciable para la definitiva
emancipación.
*
Guidi, Dionela. Licenciada en Sociología, Universidad de Buenos Aires (UBA)
Godoy, Juan. Licenciado en Sociología,
Universidad de Buenos Aires (UBA)
Bonforti, Emanuel. Licenciado en Sociología,
Universidad de Buenos Aires (UBA)
Revista Política para la
independencia y unidad de América Latina. Año 7, número 12, marzo 2012.
[i]
Trias, Vivian. (1989). Imperialismo y
geopolítica en América Latina. Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental
[ii] Galasso, Norberto.
(2011). Historia de la Argentina, desde
los pueblos originarios hasta el tiempo de los Kirchner. Buenos Aires:
Colihue.
[iii]
Ramos, Jorge Abelardo. (1968). Historia
de la Nación Latinoamericana. Buenos Aires: Peña Lillo.
[iv]
Galasso, Norberto. (2008). De la Banca
Baring al FMI. Historia de la deuda externa argentina. Buenos Aires:
Colihue.
[v]
Rosa, José María. (1979). Historia
Argentina. Tomo IV. Buenos Aires: Oriente.
[vi]
Trías, Vivian. (1975). Juan Manuel de
Rosas. Buenos Aires: siglo xxi.
[vii]
Rosa, José María. (1979). Historia
Argentina. Tomo V. Buenos Aires: Oriente.
Arturo Jauretche considerará
la libre navegación de los ríos interiores como una zoncera donde se hace ver el fracaso, o la derrota como victoria.
Así la victoria de Rosas sobre la prohibición de la libre navegación de los
ríos luego de los tratados citados, es presentada como una derrota. Las
potencias coloniales introducen la libre navegación en sus victorias, como en
el caso de la Guerra de la Triple infamia contra el Paraguay. Jauretche,
Arturo. (2004). Manual de Zonceras
Argentinas. Buenos Aires: Corregidor
Aquí tampoco (como en 1833), según Methol Ferré,
funciona la Doctrina Monroe, pues los norteamericanos estaban ocupados allá en
la marcha hacia el Oeste (Texas), y aquí en la anexión de más de la mitad del
territorio mexicano. Methol Ferré, Alberto. (2002). Seminario Malvinas y la Segunda
Fase de la Independencia. Disponible en: www.cadenamarianomoreno.com.ar
[viii]
Ramos, Jorge Abelardo. (1982). Adiós al coronel. Buenos Aires. Mar Dulce.
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